lunes, mayo 14, 2007

Vidas ejemplares: Ventura Marín Greco


Ventura Marín Greco aparece en mitad de una ensalada de atún en el Restaurante Alcanfor, un 9 de Diciembre de 1898. Adoptado por un padre macarrón y una madre vinagre, nunca descubriría la identidad de sus auténticos progenitores. Privado de capacidad argumentativa, el joven Ventura sobrevive como soldado de Fortuna, hasta alcanzar la mayoría de edad, momento en el cual abandona el Restaurante, para comenzar a trabajar como amo del calabozo para la familia Grijander. Compuesto en un 68% de líquido amniótico, Ventura Marín Greco, también conocido como Escoria-Za, presenta una capacidad motriz lamentable, hecho que no le impedirá ser despedido de inmediato de numerosos trabajos, incluído el de amo del calabozo para la ya citada familia Grijander.

Se casaría a los 24 años de edad con la cantante Ana María Castrourdiales, reconocida exconcubina de la familia Altramuces, con quien tendría dos perros y una colección de sellos. A pesar de la evidente comodidad económica que le proporciona su matrimonio, Ventura continuaría con su lista de empleos frustrados hasta que en 1943, su vecino Pandemolde, le consiguiera el puesto que daría comienzo a su imparable carrera artística.

Comenzando como simple mozo de aduanas, Ventura iría escalando puestos hasta convertirse en diseñador de pasaportes, oficio por el que fue reconocido internacionalmente a partir de su desgraciada muerte en Febrero de ese mismo año, 1943, al descuartizarse a sí mismo mientras talaba un bosque con su sierra mecánica. Sin embargo, y a pesar de lo efímero de su trayectoria, el artista dejó más de 2000 muestras de su talento, repartidas en los documentos de identidad de los más altos cargos europeos. Escrituras góticas, papeles de alumnio y fotografías manchadas de chorizo, fueron algunas de las innovaciones que Ventura introdujo en los pasaportes. Consideradas en un principio como errores de maquetación por sus clientes, poco a poco fueron adquiriendo la categoría de obras maestras, sobre todo a partir de la fabricación del pasaporte de Alfredo Di Stefunkel, famoso crítico de arte, que elogió su talento en una prestigiosa revista. Tras este artículo, todos sus congéneres comprendieron que allí donde ellos habían creído ver un error, se encontraba, sin embargo, la más distinguida de todas las artes inventadas por el hombre, el passaporting. De este modo, y al día siguiente de la publicación del artículo de Alfredo Di Stefunkel, Ventura fue recibido en su trabajo por una alfombra roja y un cheque sorpresa de más de dos millones de Escarpias argelinas. Confundido y halagado, Ventura se emborrachó con sus compañeros de la oficina de pasaportes, y terminó quemando todos los ficheros de la misma, hecho por el cual se ve obligado a devolver su cheque y trasladarse, junto con su mujer Ana María Castrourdiales, sus dos perros y su colección de sellos, a una cabaña en el bosque de Leninburgo, bosque en el que finalizara su vida del trágico modo que describíamos líneas arriba.

Ventura Marín Greco, dedicaría su tiempo a confeccionar pasaportes privados infalsificables, que eran expuestos en museos y galerías privadas, hasta que ese tiempo se agotó y su mujer acabara escupiendo en su tumba, debido al abandono sexual al que fue sometida en un destierro que no le dejaba ningún hombre en un radio de 200 kilómetros, con la desagradable excepción de su propio marido.

Ventura Marín Greco, 1898-1943

Autor: The shame of quijote

Dios: mi mama tiene pis