lunes, mayo 14, 2007

Vidas ejemplares: Mary Higgins Kent


Mary Higgins Kent, nace en la selva canadiense cuatro minutos después de que a su madre la devorara una pitón ponzoñosa. Marcada por la tragedia, crece en la mochila de su padre y no saldrá de ella hasta cumplir la mayoría de edad. En estos años, todo lo que sabe del mundo se lo debe a los apuntes de primaria que su padre guarda en el compartimento trasero. Ya adulta, habría de agredecer encomiablemente la educación que le brindó su progenitor, en su primera novela titulada: Papi, abre ya la puta cremallera.

A pesar de que su opera prima pasa totalmente desapercibida para crítica y público, Mary cree firmemente en su capacidad y talento, y no ceja en su empeño de escribir la gran novela judeo-cristiana. Habiéndose apartado de la vida académica y con su padre muerto debido a una ingesta masiva de sugus del Pryca, Mary trabaja en un transatlántico como costurera. Sería durante los trayectos turísticos de La Que se Hunde –nombre del navío- donde crearía su segunda obra: El malecón, plagio indiscutible de la novela homónima de Juan Carlos Filiberto, que plagiaba a su vez la poco conocida obra teatral de Aristófanes titulada El cóndor pasa, copiada al pie de la letra de una antigua leyenda hebrea transmitada de forma oral. Con éste libro, Mary Higgins Kent es reconocida por la Academia de las Artes y las Estanterías de Bélgica, donde residirá a partir de esa fecha.

Para su tercera novela, decide copiar la trama de Blancanieves, cambiando a los siete enanitos por robots pela manzanas, y situando a un experto catador de placton en el papel de la dulce blancanieves. Titula su obra: Parque Jurásico. Este trabajo es despreciado por el público finlandés, debido a su escaso contenido heterofóbico, pero causa un gran impacto en su editor, que se suicida arrojándose desde el cuarto piso de una secuolla, al comprobar que ni los amigos de la escritora están dispuestos a comprar el volumen.

El dinero que le proporcionara el éxito de su segundo libro comienza a escasear y Mary se ve obligada a realizar una astuta maniobra comercial, patentando la Biblia. Debido a dicha maniobra, Mary Higgins Kent comienza a recibir amenazas de muerte y de publicaciones malintencionadas sobre su vida privada en la prensa del corazón, razón por la que decide emigrar a Boston, donde conocería al que más tarde sería su primo, Hildebrando el de Boston. Será precísamente en esta ciudad donde vea la luz su cuarta novela: Manolito gafotas, una copia exacta de su segunda novela, que plagiaba la novela de Filiberto que a su vez plagiaba a Aristófanes quien rendía un más que dudoso homenaje a la tradición oral hebrea. El público, que no nota la diferencia, se lanza en masa a comprar el libro de Aristófanes y Mary Higgins vuelve a quedarse en la estacada.

Dado que el mundo de la literatura le había aportado tan malas experiencias, decide probar fortuna con las artes plásticas, dibujando, no menos de dos paisajes en servilletas del Bar Antinoo, cerca de su residencia. Pero las servilletas terminan en la basura, y con ellas las esperanzas de Mary Higgins Kent, que se suicidaría tres días antes de la publicación de su quinta obra: Drácula, cercenándose el lado cóncavo de su intestino delgado con una motosierra.

Actualmente, los expertos consideran que en realidad, la obra de Mary Higgins Kent, se plagia a sí misma, de modo que su segunda obra es un plagio de la primera, la tercera de la segunda, etc, resultando así, que todos su libros son en realidad una reiteración del primero: Papi, abre ya la puta cremallera. De este modo, el misterio no podría ser mayor, puesto que de ser así, Juan Carlos Filiberto, el propio Aristófanes y, cómo no, todos los hebreos que transmitieran de forma oral aquella leyenda, estan plagiando a Mary Higgins Kent.

De todos los datos que se han ido recogiendo acerca de la obra de la escritora, sin duda el más sobrecogedor, es el que se refiere al segundo capítulo de su primer –y en realidad único libro-, donde la autora asegura haber encontrado los restos fósiles de un agujero espacio-temporal en la mochila de su padre, donde pasó sus primeros 18 años de vida. Este hallazgo, de ser cierto, explicaría la extraña relación entre Mary y Aristófanes, quedando aún la duda de quién plagió a quién, o quién se acostó con quién para robarle qué y por qué.

Mary Higgins Kent, reina de la falsificación concéntrica, 1928-1999 + otras posibles fechas.

Autor: The shame of quijote

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